IM MEDICO #73

20 GINECOLOGÍA Y FERTILIDAD investigación es la influencia del medio ambiente en el embarazo y la salud materno-fetal”. Se ha demostrado que factores ambientales como la contaminación del aire, la exposición a disruptores endocrinos, el estrés y las condiciones socioeconómicas pueden influir en el desarrollo del embarazo y en la salud del bebé a largo plazo. “Asimismo, en el ámbito del impacto ambiental, estamos descubriendo cómo la exposición a contaminantes y ciertos hábitos de vida pueden afectar el crecimiento fetal, la preeclampsia, la prematuridad, y aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares en la descendencia. Del mismo modo, la salud sexual y reproductiva de la mujer también está influida por el entorno”. En definitiva, “la clave está en seguir apostando por la innovación y la prevención, integrando un enfoque multidisciplinario que combine el avance tecnológico con la protección de la salud a nivel ambiental y social”. Violencia obstétrica, ¿en qué punto estamos? Como explica, el término violencia obstétrica ha ganado visibilidad en los últimos años y, “aunque es un concepto que ha sido aceptado socialmente, muchos profesionales de la salud discrepamos sobre su uso, ya que nuestra labor está siempre orientada a cuidar y ayudar a las mujeres durante el embarazo, parto y posparto. No obstante, entendemos la importancia de escuchar y aprender de las experiencias de las pacientes, respetando sus percepciones y buscando continuamente mejorar la atención”. En este sentido, “estamos avanzando hacia una obstetricia cada vez más respetuosa, garantizando la autonomía de la mujer, la personalización de la atención y la implementación de prácticas basadas en la mejor evidencia científica. Se han logrado grandes avances en la humanización del parto, promoviendo decisiones compartidas, minimizando intervenciones innecesarias y asegurando que cada mujer viva su proceso con dignidad y seguridad”. Por lo tanto, “el reto está en seguir evolucionando hacia un modelo de atención donde la evidencia científica y la experiencia de la mujer vayan de la mano. La clave no es la confrontación entre pacientes y profesionales, sino el trabajo conjunto para construir una atención obstétrica más humanizada, basada en el respeto, el conocimiento y la mejor asistencia posible para la salud materno-fetal”. Según profundiza, abordar la llamada violencia obstétrica requiere una transformación en la manera en que se concibe la relación entre profesionales y pacientes, reforzando la comunicación, la confianza mutua y el respeto en la atención médica. “La clave está en garantizar que cada mujer se sienta escuchada, comprendida y acompañada en su proceso de embarazo y parto, sin comprometer la seguridad materno-fetal ni la aplicación de la mejor evidencia científica”. En este sentido, enumera que, para ello, es fundamental fortalecer la formación de los profesionales en una atención centrada en la mujer, que no solo aborde los aspectos clínicos del embarazo y parto, sino que también integre herramientas de comunicación efectiva y empatía. Escuchar activamente a las pacientes, validar sus inquietudes y ofrecer explicaciones claras sobre cada procedimiento genera un entorno de confianza, reduciendo la sensación de falta de control o de imposición de decisiones médicas. Asimismo, incide en que la transparencia en los procedimientos, el consentimiento informado y la posibilidad de adaptar los planes de atención a las necesidades y deseos de cada paciente dentro SEGUIR CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR Y DESARROLLO DEL COLECTIVO MÉDICO Gómez Roig considera que Mutual Médica tiene una gran responsabilidad y, a la vez, oportunidad para seguir siendo un referente en el apoyo integral a los médicos. “En un contexto donde los retos profesionales y personales son cada vez mayores, creo que la entidad debe continuar impulsando iniciativas que refuercen el bienestar emocional y financiero del colectivo, así como fomentar programas de formación e innovación que nos permitan adaptarnos a las nuevas realidades de la medicina. Mutual Médica fue fundada por médicos ahora hace más de cien años para cuidar del médico, y ese va a seguir siendo nuestro único objetivo”, señala. de un marco seguro son aspectos clave en este proceso. En conclusión, “más allá del debate sobre la terminología, lo verdaderamente importante es seguir evolucionando hacia una obstetricia más respetuosa, en la que la seguridad médica y la experiencia de la mujer vayan de la mano. La clave está en encontrar un punto de encuentro donde la evidencia científica y la humanización de la atención trabajen juntas, promoviendo una medicina que no solo cure, sino que también cuide y acompañe”, considera. La importancia de la obstetricia Aunque la obstetricia es una especialidad fundamental para la salud maternoinfantil y el bienestar de la sociedad en su conjunto, aún no recibe el reconocimiento que realmente merece. “Si bien en los últimos años ha habido una mayor concienciación sobre la importancia del embarazo y el parto respetado, todavía existe un amplio margen de mejora en la educación y sensibilización sobre la relevancia de la medicina materno-fetal”, valora Gómez Roig, y prosigue: “La sociedad, en general, tiende a percibir el embarazo y el parto como procesos naturales, lo cual es cierto, pero esto no significa que estén exentos de riesgos ni que no requieran una atención médica especializada y basada en la mejor evidencia científica. La obstetricia ha evolucionado enormemente, permitiendo reducir la mortalidad materna y perinatal, mejorar la calidad de vida de las mujeres y sus bebés y ofrecer herramientas para detectar y prevenir complicaciones desde las primeras etapas del embarazo. Sin embargo, estos avances a menudo pasan desapercibidos y no siempre se valora el papel esencial de los profesionales que trabajan en esta área”. Con todo, “la obstetricia debe ser vista como un pilar de la salud pública, ya que su impacto trasciende el ámbito individual y tiene consecuencias directas en el desarrollo y bienestar de futuras generaciones. El reto está en lograr que la sociedad no solo reconozca la importancia de esta especialidad, sino que también apoye su constante evolución, invierta en investigación y fomente un modelo de atención que combine la mejor evidencia científica con un enfoque humano, respetuoso y personalizado”. +

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=