im MÉDICO | 52.2 31 de pediatría, “que vayan indicando, empoderando, digamos, al adolescente, para que se desprenda un poco de ese vínculo de la familia -generalmente, a pediatría siempre van acompañados de su familia- para que sean autónomos y para que comprendan que van a pasar a la vida adulta”. El asma no tiene edad La prevalencia estimada del asma es de 5% en adultos y 10-13% en adolescentes en España en estudios realizados en Navarra. Según la doctora, hay un ligero predominio en mujeres (13,7% frente 10,9%). “El aumento de la prevalencia de asma en todo el mundo desde 1990 a 2015 es de 12,6%y se explica por un aumento deasmaalérgica, por la importanciacrecientede lacontaminación ambiental, el tabaco y alergenos laborales”. En cuanto a investigaciones y estudios sobre este tema, la experta avanza que todo ello se dirige hacia lograr un aumento del cumplimiento del tratamiento que es muy bajo y evitar desencadenantes/agravantes de crisis de asma. La doctora destaca que el asma semaneja de lamisma forma en todas las edades.“Yosiempredigo, además, quenohayqueolvidarse del asma del anciano. Hay gente que es asmática prácticamente desdequenace, y los que empiezanconasmaa los 80años. El asma no tiene edad. Y el tratamiento es también el mismo. Lo que pretende es desinflamar el bronquio, y el pilar del tratamiento en todas las edades son los glucocorticoides inhalados. Se administran con inhaladores, asociados o no -depende de la gravedad del asma- a broncodilatadores de larga acción. Ese es el ‘fondo de armario’ de prácticamente todos losasmáticos, que llevanunodeesos fármacos o la combinación. Luego, a medida que aumenta la gravedad, se pueden ir asociando otros medicamentos”. Así, comenta que lo que cambia es la dosis que se da. “Lógicamente, en la edad pediátrica las dosis de esos medicamentos son más bajas que en la edad adulta, y así hay ya las presentaciones pediátricasadecuadas. El asmaesunaenfermedadmuyagradecida al tratamiento, pero hay un problema que no logramos mejorar: el incumplimientodel tratamiento, y eso sedebe enparteaque es una enfermedadvariableyagradecida. Entonces, lospacientes tomanel tratamiento,mejoran, se sientenbienynocomprenden lanecesidad de seguir con una dosis muy bajita, que permita tener el bronquio desinflamadoyasí evitar riesgo futuro, queesqueamás largoplazo haya una pérdida de función pulmonar o que aumenten las crisis del asma, o que ese bronquio se remodele”. Opinaquehaymuchos tipos de inhaladores adaptados, los dispositivos hoy endía sonmuy fáciles, a todas las edades. Para Blanco, donde hay que seguir trabajando es en estrategias que permitan mejorar el cumplimiento de esos tratamientos. Las sociedades participantes en el documentodeConsenso STAR (procesode transicióndel adolescente con asma grave) que han participado en la elaboración de lamisma han sido la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y la ya mencionada SEPAR. Muchas veces, la falta de un proceso de transición reglado ha motivado lapérdidade seguimientode lospacientes con la consiguientepérdida de control de la enfermedad.“Estaguíaestablece una serie de pasos necesarios que empiezan por una fase de preparaciónen laque sepretende lograr elmáximoempoderamientopor partedel paciente, comunicaciónentreprofesionales depediatría y especialistas enasmadeadulto. Lacoordinaciónadministrativaa la hora de asegurar una citamédica”, según explica Marina Blanco, neumólogaenel Hospital UniversitariodeACoruñay coordinadora del Área de Asma de SEPAR. De momento, el documento de consenso Star se acaba de publicar, y el paso siguiente será implementarlo. “El primer paso es hacer difusión, y en ese sentido aprovechamos las sociedades científicas y los congresos para difundirlo entre los profesionales sanitarios. Luego, la implementación tiene que ser en cada servicio depediatría, ydesdeque seponenenmarchaeste tipode iniciativas siempre se requiere un tiempohastaque están implementadas. Pasado un tiempo habrá que hacer una evaluación, porque para que las cosas funcionen hay que evaluarlas, y en base a los resultados que se vayan viendo, habrá posiblemente que corregir deficiencias o reforzar algunos aspectos”, remarca la doctora. Para Blanco, se trata de un consensomuy necesario, que surge al ver quehabíaunporcentajenadadespreciabledepacientes que, en ese proceso en el que finaliza la edad pediátrica, quedaban perdidos sin ningún tipo de seguimiento de su asma, porque no había un circuito establecido para sistemáticamente darles una cita, “que es uno de los puntos que incluimos en el consenso en el médico de adultos”. Remarca que el paso de la adolescencia a la vida adulta es duro incluso sin tener ninguna enfermedad, y“teniendo una enfermedad es también duro, porque la mayoría de estos pacientes tienen su pediatra desde que son niños. Entonces, es el médico con el que tienen confianza, el manejo desde el punto de vista de pediatría es más adaptado a esas edades y, sin embargo, de repente se ven en una consulta de adultos, donde ya el primer día se les trata como un adulto, y muchos se ven desconcertados”. Considera que, antes de hacer ese proceso de transición, es importante un proceso de preparación por parte de los servicios “La guía establece una serie de pasos necesarios que empiezan por una fase de preparación” “Hay un problema que no logramos mejorar: el incumplimiento del tratamiento”
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