im MÉDICO | 56.2 13 primeras décadas y se consolida como una de las revoluciones enmarcha para el abordaje del cáncer ya sea de tumores sólidos o malignidades hematológicas. También según AseBio, de los 1.078 ensayos clínicos activos en el mundo, 421 se incluyen en el área de Inmuno-oncología, distribuidos entre 230 de fase I, 205 de fase II y 16 en fase III. Ya son, por tanto, diversas las propuestas terapéuticas que pueden despertar el sistema inmunológico para frenar en seco, o al menos ralentizar, la proliferación de células cancerosas y su exportación a otros órganos del cuerpo humano en forma de metástasis. A ello se aplican los inhibidores de puntos de control como los anticuerpos monoclonales y los tratamientos agnósticos, las terapias basadas en virus oncolíticos, las terapias con célulasTmodificadas y las incipientes vacunas para el cáncer. En su caso, los citados anticuerpos y los tratamientos agnósticos se constituyen en terapia dirigida cuandobloquean las proteínas anómalas en las células cancerosas o sus genes, para dificultar su supervivencia y crecimiento. Mientras otros anticuerpos inhiben los puntos de control inmunitariopara despertar la respuesta del sistema inmunológico, contención concebida para evitar daños a las células sanas. Puntos de control que, a su vez, las células cancerosas son capaces de activar para disimular su naturaleza y no ser atacadas. Inhibidores imprescindibles Los fármacos inhibidores actúan sobre las vías PD-1/PD-L1 y CTLA-4. Dentro de la primera, focalizada en la proteína PD-1 responsable de la muerte celular programada y presente en la célula cancerosa, se incluyen los fármacos Opdivo (Nivolumab), Keytruda (Pembrolizumab) y, algo más recientemente, Libtayo (Cemiplimab). En la segunda, actuantes sobre la proteína PD-L1 propiade la célulaT se incluyen Tecentriq (Atezolizumab), Bavencio (Avelumab) e Imfinzi (Durvalumab). Mientras que se encuadra en la tercera vía CTLA-4, Yervoy (Ipilimumab). Donde la inhibición CTLA-4 atañe al antígeno 4 del linfocito citotóxico T. Estos anticuerpos monoclonales humanizados han sido administrados con éxito a pacientes con enfermedad avanzada en melanoma, carcinoma renal, tumores de cabeza y cuello y de pulmón de células no pequeñas. Aunque no todos los pacientes responden favorablemente y cobra valor la funcióndebiomarcadores como la cargademutaciones tumorales (TMB), la expresión de PDL-1, el microbioma, la inestabilidad de los microsatélites, la hipoxia, interferón-gamma (IFN), la matriz extracelular (ECM) y predicción de respuesta a los inhibidores de puntos de control inmunitario (ICIs) basados en inmunoterapia. Los efectos secundarios de los inhibidores de puntos de control inmunitarios se ubican en el terreno de la reacción alérgica y difieren de los causados por los anticuerposmonoclonales usados para la terapia dirigida. Aparte, existen dos inmunoterapias no específicas como son los interferonesproducidosen laboratorioparaatacarel tumorohacer más lento su crecimiento en su calidad de proteínas destinadas a alertar sobre la presencia de patógenos o células cancerosas. Concretamente, en oncología se emplea el interferón alfa, cuyos efectosnodeseadospuedenparecersea lagripe, conmayor riesgo de infecciones, erupciones cutáneasoadelgazamientodel cabello. THE LIST OF ICISWITH THE CÁNCER TYPE INDICATION Fuente: Shiravand, Y.; Khodadadi, F.; Kashani, S.M.A.; Hosseini-Fard, S.R.; Hosseini, S.; Sadeghirad, H.; Ladwa, R.; O’Byrne, K.; Kulasinghe, A. Immune Checkpoint Inhibitors in Cancer Therapy. Curr. Oncol. 2022, 29, 3044–3060. https://doi.org/10.3390/ curroncol29050247
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