im MÉDICO | 56.2 21 La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la Inmunología en la respuesta frente a las infecciones, así como lanecesidaddeconocer bien losmecanismosprofundos de la respuesta inmunitaria para responder adecuadamente. Así lomanifiesta Marcos LópezHoyos, presidente de la Sociedad Españolade Inmunología(SEI), quiencreeque “lo importanteesque la especialidad representa la cienciamás transversal enMedicina y, por ello, interaccionaconcualquier otraespecialidaddondeocurren fenómenos inflamatorios, puesto que la inflamación es respuesta inmunitaria”. Es por eso que, si bien la especialidad ha mejorado algo su representatividad, “aún dista mucho de tener el peso específico que se merece”. De hecho, explica, “hay comunidades autónomas, afortunadamente no muchas, que no cuentan con Servicios de Inmunología diferenciados dentro de la estructura orgánica de hospitales de tercer nivel o universitarios”. “Por un error de concepto de los gestores, se considera una especialidad de laboratorio sin más. Sin embargo, los inmunólogos cada día participamos más en el manejo de múltiples patologías y de forma multidisciplinar que es la tendenciaactual enunaMedicinaPersonalizadacadadíamás avanzada y sofisticada”, subraya. En lamisma línea, el presidente de la SEI destaca que el principal retode laespecialidades el de las terapias avanzadasque incluyen las terapias celulares (CAR, vacunas celulares, células T reguladoras, etc.) Pero, apunta, no solo. “Los denominados biológicos, empleados por ejemplo en cáncer (los checkpoint inhibitors) o en enfermedades autoinmunes, son anticuerpos monoclonales que actúan sobre diversas moléculas esenciales en la respuesta inmunitaria, modulándola de forma efectiva para el tratamiento de los pacientes. Incluso la terapiagénicapuede tener fallos de eficacia en ocasiones si inducimos sin querer una respuesta inmunitaria frente a los vectores que se emplean para realizarla”, relata. En cáncer, a raíz de la introducción de las vacunas de mRNA en la Covid-19, “se abre el campo del uso de estas vacunas no sólo para prevenir enfermedades infecciosas, sino para prevenir y, sobre todo, tratar distintos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes”, indica López Hoyos, que vaticina que se verán grandes desarrollos en un futuro cercano. Además, sehanabiertodos líneas de trabajoen Inmunología con posibilidades de undesarrollomuy importante: “La influenciadel metabolismo celular en procesos inflamatorios y cómo su manipulación puede funcionar como mecanismo antiinflamatorio; y el conceptode inmunidadentrenada, dondenosólosepuedeenseñar y entrenar la inmunidad adaptativa (las células T y B por ejemplo, con las vacunas), sino que podemos entrenar los componentes de la respuesta innata para que seanmás eficaces ante una amenaza para nuestro organismo”. 30 años de avances en inmunología Las enormes posibilidades terapéuticas que se abren vienen condicionadas por el avance extraordinario del conocimiento de la Inmunología en las últimas tres décadas. “En este tiempo, hemos descifrado numerosos nuevos tipos celulares esenciales en losmecanismosde lasenfermedadesquehablamos. Esascélulasnos hanenseñadonuevosmecanismosdeacciónpor nuevasmoléculas tambiéndesconocidas yque están resultandoesenciales paracomprender mecanismos de enfermedad y la implantación de nuevas terapias”, expone el especialista. También ha aparecido en escena un nuevo actor, la microbiota. “Es el conjunto de microorganismos que colonizan nuestro cuerpo y que regulan el aprendizaje y funcionamiento de nuestro sistema inmunitario, de modo que cuando se producen situaciones de disbiosis, el impacto en la respuesta inmunitaria se traduce en forma de enfermedades inmunomediadas (desde las enfermedades inflamatorias intestinales a la depresión)”. La vacunación, asimismo, es otro avance esencial, a su juicio. “Conseguir una vacuna en tan solo cuatro meses y que en nueve estuviera ya lista para aplicarse a la población mundial, es un hito que pasará a los anales de laMedicina”. En resumidas cuentas, hay dos conceptos que considera esenciales en Inmunología hoy en día. El primero es que el sistema inmunitario funciona “para protegernos de todo lo que supone un peligroynosóloson las infecciones”. El segundoes el papel esencial en el restablecimiento de la homeostasis de los tejidos dañados y envejecidos. “Cuando eso no funciona bien, tenemos grandes problemas como es el cuadrode hiperinflamaciónque llevabaa los ancianos con Covid-19 a cuidados intensivos”, comenta el doctor. Igualmente, subraya que el desarrollo de la biología molecular ha sido fundamental. “Han aparecido métodos de amplificación del DNA impensables hace 30 años. Con ello, somos capaces de secuenciar todo un genoma ahora enmuy poco tiempo y, además, cada día a un precio más barato (impensable a principios de este siglo). Hemos aprendido que el genoma completo es fundamental en la respuesta inmunitaria y no sólo los genes que se expresan, sino el DNA que denominábamos basura, y que ahora sabemos que es esencial”. Además, junto a la genómica, el avance en otras ómicas, como la proteómica, la metabolómica y otras, han sido cruciales. Y también destaca el avance en la tecnología de la citometría de flujo, esencial para la especialidad. “Hace unos años, solopodíamos identificar en la sangre célulasmuy básicas conmuy pocosmarcadores al tiempo. Hoy endía, con la citometríaespectral y de masas, podemos monitorizar no sólo en sangre sino también en tejidos, todas las nuevas células descritas en los últimos años con decenas de marcadores asociados a fluorocromos”. En cuanto a enfermedadesmás prevalentes en la práctica clínica, López Hoyos revela que “los inmunólogos nos encargamos de la selección del mejor candidato a trasplante de órgano sólido desde el punto de vista de rechazo inmunológico” y, además, “hemos incorporado muchas herramientas al manejo del paciente una vez trasplantado para evitar el rechazo y ayudar en la decisión de minimizar la inmunosupresión farmacológica que induce efectos adversos relevantes a largo plazo”. También son los que estudian y tratan las inmunodeficiencias primarias, en las quehay alguna alteracióngenéticaquehaceque nazcamos conellas, “pero, cadadíamás, ayudamosenelmanejode las inmunodeficiencias secundarias que están aumentando de forma clara, enparte como consecuencia de los tratamientos avanzadosqueempleamosactualmenteyquepuedendebilitar larespuesta inmunitaria”, continúa. Así pues, ahora con las terapias avanzadas, la inmunologíaparticipa en los equiposmultidisciplinares enuna
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