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MÉDICO
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E
l gasto en sanidad experimentará un crecimiento global
medio sobre el 4,3% entre los años 2015 y 2019, según el
Estudio global del sector sanitario en 2016, elaborado por
el área de Life Sciences y Health Care de Deloitte. Este análisis ha
estudiado la evolución del sector de la salud sobre una base de
60 países, así como las principales tendencias y factores clave de
cambio desde una perspectiva estratégica.
No cabe duda de que la industria sanitaria se encuentra inmersa
en un conflicto permanente entre dos prioridades enfrentadas
entre sí: atender la demanda creciente de servicios sanitarios,
al mismo tiempo que gestionar la presión al alza en los costes
derivados de la prestación de dichos servicios. Este juego de
tendencias contrarias ha situado a los costes y contención del
gasto en el epicentro del ecosistema sanitario. Esto ha promo-
vido que los gobiernos y las organizaciones sanitarias se hayan
visto empujadas a desarrollar nuevos y más eficientes sistemas
de salud para asegurar la provisión de servicios para la sociedad.
Una repartición desequilibrada
Según muestra un mapa global presentado en el estudio, si en
Holanda, Canadá, Alemania y Estados Unidos se sobrepasan los
5.000dólares por cápita engasto sanitario– siendoenésteúltimo
de 9.146 dólares–, en la India, esta cifra es sólo de 61 dólares, en
China de 367 y en Brasil de 1.083.
Desde una perspectiva global los mercados emergentes (Asia y
OrienteMedio, principalmente) experimentarán un crecimiento
rápidoy superior a las economíasdesarrolladas, comoconsecuen-
cia de su tendencia demográfica y de su bajo punto de partida
para atender las necesidades sanitarias de supoblación. Desde la
perspectiva demodelos sanitarios, la tendencia hacia la atención
sanitaria universal probablemente se convierta en el principal
motor de crecimiento en numerosos mercados.
De forma global, y específicamente enel casoespañol, el reto cla-
ve del sector de Sanidad es
“asegurar la sostenibilidad del sistema
sanitarioamedioplazo, garantizando lacalidady servicios asisten-
ciales requeridos por la sociedad, a través deuna configuraciónque
asegure la máxima eficiencia y efectividad, así como la viabilidad
de los diferentes agentes que operan en el sector”,
explica
Jorge
Bagán
,
socio responsable de Life Sciences &Healthcare deDeloitte
.
En este entorno, y adicionalmente a iniciativas vinculadas a la
mejora de la eficiencia interna del Sistema Nacional de Salud,
“se consolidan como palancas clave en el futuro”,
donde tendrá
una mayor relevancia el sector privado y las colaboraciones
público-privadas.
Hacer frente al envejecimiento
El imperativo a partir de el año que nos ocupa es gestionar el
impactode los cuidados de saludenunapoblaciónqueenvejece.
La mayoría de los problemas de salud asociados a la edad son
el resultado de enfermedades crónicas, muchas de las cuales
podrían prevenirse o retrasarse gracias a una vidamás saludable
y a unos individuos más comprometidos con ello.
Parahacer paralelas las necesidades deunapoblaciónenvejecida
con el sistema de salud, también serán necesarias unas políticas
globales. Éstas deben asegurar que se introducen mejores ma-
neras de medir y hacer un seguimiento de la salud, desarrollar
sistemas para un cuidado a largoplazo, y crear ambientesmucho
más sencillos para el usuario final.
Por otro lado, unas perspectivas de cuidado autodirigido y pen-
sado para comunidades debería incluir conjuntos de soluciones
modulares, es decir, alternativas que puedan expandirse sin
interrupciónpara funcionar como apoyo en los últimos periodos
vitales. Para ello, será fundamental pensar enuna formaciónmás
allá de la médica, una que dé mayor importancia a los cuidados
que los mayores pueden necesitar en esas etapas y fuera de las
instituciones.
Un plan de financiación con más físicos
a bordo
Uno de los comportamientos vistos en los últimos tiempos por
parte tanto de los consumidores como de las empresas es que
existe una demanda demás valor por un costemenor. Poder dar
una respuesta aestadirectiva seráesencial parael éxitofinanciero
de los proveedores de salud.
Lo cierto es que hoy en día ya se observa una tendencia a que los
modelosbasados enel valor sirvande incentivoa losproveedores.
Esto resulta en una clara mejora la calidad, la transparencia y el
servicio, además de en una reducción de gastos e ineficiencia.
Segúnel estudiodeDeloitte, seránecesario fomentar laparticipa-
ciónde los profesionales sanitarios eneste tipodepagos basados
en el valor. Ademas, deberían construirse estrategias centradas
en este grupo de profesionales para reflexionar sobre recursos
clínicos y de negocio, capacidades y técnicas necesarias para
su éxito. Para ello, será fundamental contar con una tecnología
creada específicamente para ello, mejorar la tecnología de la
información de la salud (HIT en sus siglas en inglés), contar con
personal no vinculado directamente a la medicina para así coor-
dinar el cuidadoal paciente yunos conocimientosmás profundos
sobre gestión y negocio.
No hay un sólo camino hacia esta transición a los pagos basados
en el valor. Lo que parece importante es partir de un proceso
que busque un modelo de incentivos, y que tenga en cuenta
los posibles riesgos. Es evidente que este proceso requiere un
mercado potente, junto con un grupo de trabajadores, tanto
en laboratorios como en hospitales, altamente informado. Ellos
serán quienes dibujarán los escenarios financieros que podrán
mostrar el camino a seguir, y un análisis de cómo podrán gene-
rarse ahorros.
En busca de una eficiencia definitiva
La industria sanitaria se encuen-
tra inmersa en un conflicto entre
atender la demanda creciente y
gestionar la presión al alza en sus
costes