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MÉDICO HOSPITALARIO
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mente pequeño pero significativo de pacientes con una historia
familiardeELA. Ahí esdonde sehan idodefiniendocausasgenéticas;
y también hemos estado trabajando con otros grupos europeos y
americanos en la búsqueda de nuevos genes con tecnología de se-
cuenciación de nueva generación. Además realizamos estudios de
biomarcadores de tipogenético, quepuedanmodificar laexpresión
delaenfermedadosumanifestaciónoalgunascaracterísticas.Sobre
todo nos basamos en la investigación de la parte genética”.
LaUnidadNeuromuscular que coordina el doctor está integrada
por cuatro neurólogos, y cuenta con un grupo de neurología
infantil dedicado a las enfermedades neuromusculares, donde
trabajan dos neurólogos más. Desde el punto de vista de neu-
ropatología, tienen un grupo activo en las enfermedades neu-
romusculares que ya viene de antiguo, condos neuropatólogos
dedicados específicamente a enfermedades neurológicas y una
actividad muy intensa en las enfermedades musculares y en
manejo de biopsias.
“Y también está el laboratorio de ELA, conun
bioquímico, que es el facultativoque dirige los proyectos; y laparte
de laboratorio de la unidad de ELA, dos técnicos y dos enfermeras
que gestionan los casos. También colaboramos de manera muy
activa con otros grupos muy cercanos, como enfermedades mito-
condriales, un tipo de enfermedades que muchas veces tienen una
expresión neurológica y neuromuscular”
, explica Esteban.
Avances
Por lo que se refiere al equipamiento, han adquirido en el labo-
ratorio unos secuenciadores de próxima generación para inves-
tigación, que están utilizando en la actualidad para muchos tra-
bajos de genética.
“Con ellos se pueden hacer genomas, hexomas,
secuencias masivas…aunque es cierto que con este equipamiento
se necesita también a un bioinformático, porque el problema es la
cantidadde informaciónque seobtiene, yquehayqueelaborar pos-
teriormente. El hexoma es secuenciar todas las partes del genoma
que se van a expresar como proteínas, el 1% del genoma. En una
personanormalseencuentraalrededordelas60.000variantes,yhay
que intentar identificar cuáles de esas variantes son relevantes ono.
Latecnologíanoshamodificado lamaneradever lasenfermedades.
Hoy en día ya no tenemos que pensar tanto en el gen o los genes,
porque vas a secuenciar todos de unamanera simultánea. Con los
avances en tecnología confirmamos cosas que ya intuíamos que
eran así. Muchas veces no es una causa para una enfermedad, sino
varias causaspara lamismaenfermedadenunamismapersona. Te
ayudaacomprendermejor lavariabilidadquepuedepresentarseen
las enfermedades, en su expresión”.
Esta variabilidad implica que
algunas personas inician la enfermedadmás precozmente y que
otras, a pesar de ser portadoras del gen no lo llegan a expresar
nunca. Está codificado por otros genes que les rescatan o que
ponen más problemas a la enfermedad.
Dentro de las enfermedades neuromusculares, algunas son ad-
quiridas, y tienen un tratamiento relativamente bueno e incluso
curativo, pero tal y como recuerda el doctor,
“la verdad es que el
grueso sonenfermedades degenerativas ogenéticamentedetermi-
nadas, con dificultad de conseguir tratamientos que sean eficaces.
También es cierto que el conocimiento de las causas genéticas está
llevando ahora al desarrollo de terapias génicas que están siendo
útiles, mejorando la capacidad de silenciar genes defectuosos. Hay
otros tratamientos que se hacen con fragmentos genéticos que son
capacesdebloquear la funcióndeungendefectuoso,muchos están
en investigación pero en fases muy pre-clínicas o ensayos clínicos
con pacientes. Pronto se van a poder utilizar en la generalidad. Se
está llegando al día a día de ese tipo de terapias personalizadas, y
muchasal ser tanespecíficas y tandirigidasprobablemente tendrán
unautilidad importante. El problemaserán los costesdeesos fárma-
cos, que no son sencillos de fabricar ni de administrar”.
Dificultades
Son varios y complejos los aspectos que dificultan el hecho de
lograr tratamientos eficaces y curativos para las enfermedades
neurológicas en general, tal y como nos detalla el Esteban.
“Yo a
veces lo explico como que nosotros sabemos muy bien cómo fun-
ciona el sistema solar, pero no somos capaces de modificarlo. Una
cosa es conocer bien loque estápasando y otra cosa esmodificarlo.
Incluso en las enfermedades que tenemos alguna terapia génica,
como en el Duchenne, que se puede restablecer la expresión de esa
proteína defectuosa”.
Cuando la enfermedad es genética, la persona nace normal y
tiene un desarrollo normal, y en un momento dado fracasa la
capacidad de compensar esa pérdida que tenían. En la ELA fa-
miliar, haymuchas personas que son portadoras de ese gen y no
desarrollan la enfermedad hasta que tienen 40, 50 años o 60. Así
lo explica el doctor,
“dealgunamanera losmecanismos propios de
los individuos han sabido compensar ese defecto durante muchos
años, y cuando laenfermedad se expresay empiezanaaparecer los
síntomas, probablemente se ha producido una cascada de eventos
que es difícil deparar. Es comounacasaque tieneundefectoenuna
vigaoenuna columnapero yahahechoaguas por todos lados. Ése
es el problema en este tipo de enfermedades, aunque haya un des-
encadenantemuy bien conocidoaveces, cuando laenfermedad ya
estáexpresadaelqueactúayanoessóloése,sinoquesehansumado
otras cosas y habría que atajar varios frentes. Probablemente nece-
sitamos tratamientos dirigidos a distintos frentes, estamos en eso”.
Para él, el trato con el paciente es la parte más gratificante de
su profesión, en el caso de la ELA fundamentalmente mejorar
su calidad de vida y supervivencia.
“A pesar de trabajar con una
enfermedad que no podemos curar, hacerles sentir que están en
manosdeconfianza, que si no lesdamosmás esporquenohaymás,
no porque ellos no tengan acceso”.
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“El grueso de enfermedades
neuromusculares son degenerativas
o genéticamente determinadas, con
dificultad de conseguir tratamientos
eficaces”
JESÚS ESTEBAN